domingo, julio 24, 2005

Passenger Seat*


En parte gracias a la labor sacrificada, metódica, científica y tortuosa de mi padre (Zoología), mi infancia se desarrolló en movimiento. Los multiples trabajos nos acostumbraron a amanecer sobre ruedas. Los cambios de casa eran constantes y cada vez la experiencia fue diferente. Conocí gentes, vi cosas y experimenté fenómenos cuasi-mitológicos, o al menos así me parecieron.
Por eso mis mejores recuerdos no son cosas quietas. Son paisajes en movimiento. La cabeza apoyada en la ventana y el auto viejo, soportando un viaje más. Vamos que se puede, ya vamos a llegar. Y los álamos, los prados verdes, las vacas mimetizandose entre sí, el cúmulo de escenas que se repetían si cesar y que, aún así, parecían nuevas cada vez.
Los viajes me marcaron. Cada casa nueva, con su olor particular, el desastre de la mudanza, quién se queda con qué dormitorio, la exploración del patio. "Mira, tenemos un ciruelo".
Cada viaje es un recuerdo más. Cada casa es un recuerdo más. Y yo estuve ahí. Y escribí mi nombre en las paredes, dejé un rastro en alguna parte. No espero volver a encontrarlo. Me basta con saber que llegué a algún lugar, vi cosas que no había visto, hice cosas que no había hecho. Recorrí una carretera húmeda en los inviernos hipotérmicos, y aluciné con el pavimento ardiente en los veranos estupefacientes. Recorrí una cerretera y saludé a los extraños que encontré en el camino. Recorrí una carretera, comodamente incómoda, en mi asiento de pasajera.
*Passenger Seat, hermosa canción de Death Cab For Cutie. Escúchenla y cierren los ojos cuando lo hagan. Luego escriban su experiencia. Eso. Sólo eso.

1 comentario:

Carlos Siegel dijo...

I return....nat king cole...oye mira en el cable la pelicula "unconditional love"..maravillosa....actua rupert..hauhauahauha---ya nos vemos en Agostoo