miércoles, marzo 28, 2012

Eufemismito.

Mal necesario 

                                         ¿que tan necesario?
¡Uy!
No quiero que me hablen
No quiero que me miren
                                 Todos hablan por la espalda
                                 Yo les bailo por la espalda
                                 Hasta que me bailan de frente
Y estamos bien
Bien
Demasiado bien.
No me puedo quejar.
(me quejo igual)
                                     Pero
Pasa de nuevo
¡Uy!
Me miran, que dicen, me la encuentro en la calle
Ay, ¿te acuerdas?

                                  Si. Si me acuerdo

Pero y la otra
                                           (La otra)
Me aparece en sueños
Ah. Que dolor.

                                  SI. SI. ME. ACUERDO. MIERDA. ME ACUERDO.

Pero ¿por qué pasa esto?
¡Ay!, no sé.
No. No sé.
                                                       
                                                                                  Y yo sé.

¿Por qué sigue pasando esto?
Porque:
Adjetivo
adjetivo
adjetivo
adjetivo
                                        (Cuando me canse del eufemismo)
                                            (Uy. Ahí si que te va a doler)

domingo, febrero 26, 2012

Mejor cruzar los brazos, esperar un milagro

Es que
o lo uno o lo otro
me dijeron
y como estaba recién llegada
no supe que decir
"Afuera te quedas, entonces"
Y afuera me quedé.
El problema es
Que nunca hay invitación
y de haberla, diría que no.
Ya lo dije una vez (y otra, y otra y otra)
Es que la teoría atrofia la práctica
y la práctica ciega la teoría.
Lo uno o lo otro,
me dicen
Y como estoy recien llegada
no sé que decir
Aún leo el libro sobre la mollera húmeda
Y es conocimiento público
que no le has de tocar
que se puede dañar
Aún leo sobre reflejos peristálticos
involuntarios
Y parte del problema
fue el orden de dichas lecturas
Así me dijeron una vez
Quizá me adelanté
Pero estaba recién llegada
No sabía que hacer.

domingo, julio 17, 2011

Bitácora.

De vez en cuando me viene a ver. Ya no le abro la puerta. Empecé a desconfiar hace un par de años, cuando noté ciertos detalles sospechosos que, según yo, no eran culpa de mi consabida paranoia. 

La verdad es que cuando te encuentras en un lugar como este, comienzas a desconfiar de todo. También extrañas todo pero supongo que el miedo le gana a la nostalgia y te quedas solo con recuerdos que el tiempo se encarga de engrandecer o, usualmente, empobrecer. Los afectos se vuelven gemas preciosas; puros y brillantes momentos, o misteriosos y apasionados secretos. Las humillaciones y los rechazos se transforman en imposibles prejuicios fundados, paralizantes horrores diarios. 

Estaría mintiendo si dijera que no me cuesta ignorarle. Mi naturaleza curiosa siempre me jugó malas pasadas y ahora, más que nunca, me cuido frente a mi propia fijación. 

Sus visitas, cada vez menos frecuentes, me llenan de un ansia terrible. A pesar de la desconfianza, me espanta pensar en lo que podría pasar si abriese esa puerta. Lo que me podría hacer él a mi. Lo que podría hacerle yo a él. ¿Si se presentara la ocasión, podría yo detener mi propio instinto? ¿Vendrá él a cumplir su cometido, o simplemente a satisfacer su propia curiosidad? Me intriga y a la vez me asusta. Pero debo calmar mi propia ansiedad y responder a la supervivencia. Años de entrenamiento y de castigos me han enseñado a ser sabia. A tomar las decisiones correctas.

De este lado de la puerta, las calmadas voces me recuerdan ese entrenamiento. "No, no lo hagas, piensa que toda acción tiene una concecuencia" me dicen cuando la inmaculada habitación se llena del ruido de sus golpes en la puerta. Aquí aprendí a temerle a esos golpes y sus concecuencias. 

Siento que suena la alarma. Es hora de irme a dormir. Sólo el sueño me protege de los monstruos. Afortunadamente, él ya casi me olvida. Y yo casi lo olvido. Me dicen que eso es un gran progreso en el tratamiento y creo que es cierto. Aún le temo y me temo a mi. Es el peor de los monstruos. Él único que escapa de mi creación; el que tomó vida propia y llegó a mi vida sin permiso. El único que no proviene de mi afán por combatir la soledad. El llegó solo, por su cuenta y me sedujo con la idea de que, sobre él, no poseo ningún control.

Ahora me voy a la cama. Espero que mañana sea un buen día. 

Si acaso llegara a aparecer, recuerdo la rutina. Obervarlo a lo lejos, si las ganas son implacables. Pero nunca. Jamás abrir la puerta. Ya sabes lo que pasó la última vez que lo hiciste. Ya sabes que fue su culpa terminar encerrada aquí. 

martes, junio 07, 2011

Enchanté

Náuseas retóricas y antieméticos metafóricos
Del ímpetu salías tú
(Súbita descripción)
Bebé hipócrita de soberanía
Íntegra en cosmologías y sensiblerías
Con mitómana pasión
Te creíste el vacío concéntrico
Búscate y encuéntrate
Común, peripatética
Fatídica solución
Verás quizá la cursilería
de cúspides y místicas
Practicarás básicas manías
Aún así
Jamás preguntaré
¿Cómo y a quién volverás?
¿Seré idóneo? ¿Me querrás?
Levántate, vístete
Epíteto fantasmagórico
Invéntate un espíritu
de estúpidas analogías
y así, vorágine de escrúpulos,
Regodéate,
Embellécete,
Regenérate,
Espérame
Seré tu público.
Imagínate mi expectación.

martes, enero 11, 2011

John Donne

Yo soy una isla y mira lo que tengo te traigo un aviso. Tengan miedo que viene una ola. Y la ola viene y viene y viene y nunca llega. Yo soy una isla. Te traigo el pánico. Te traigo el horror. Te traigo un adelanto que por adelanto parece mentira. Y grito PELIGRO. Una y otra vez. Y grito AUXILIO una y otra vez. Pero soy una isla. Nadie me escucha. Como objeto y sujeto, te espero con ansias. Como terreno y vacío, te espero con ansias. Como fantasma y desaparecido, te espero y te espero. Yo soy una isla y una vez cada mil veces un náufrago lunático se acerca a mi orilla. Yo soy una isla. Sé que te rescatarán. 

jueves, diciembre 30, 2010

Antes de irme a la cama, me lavé los pies.

Me pasó hace un ratito
me encontré encorbada en el baño
lavándome los pies
y noté cosas que no había notado
No sobre mis pies, que ya los conozco bien
sino sobre la preparación
Por qué me lavé los pies este día?
Por qué un día entero sin zapatos?
Por qué un día entero encerrada en una casa, sola y sin zapatos?
Por qué un día entero encerrada en una casa, sola, sin zapatos, sin nada, sin nadie?
Y me lavé los pies
y cuando lo hice cayeron un par de lágrimas en el agua jabonosa
No es que me de pena cada vez que me lavo los pies
Es que me encontré sola con mis pies,
con un baño frío
en un día de calor
Agua bienvenida y lágrimas que pude prever
Y ahí estaba
como una vieja prematura
jorobada, aburrida, blanda
tratando de remover restos
que de todas formas
volverían el día después.

sábado, diciembre 25, 2010

Los Terribles Efectos de la Genética.

Quiero contarles la historia de algo muy raro que pasó en la casa hace unos meses. Tengo un par de teorías al respecto pero creo pertinente contar los hechos tal como se sucedieron antes de que empiece a confundirlos con las hipótesis y termine armando otra historia de realidad-ficcionada.
Bueno. Pasó más o menos así. ¿Viste que uno a veces tiene esas abuelas que son un poco histéricas y vieja escuela pero aún así les tienes cariño? Yo tengo una de esas. 
Siempre fue un poco despistada. Para ilustrar, digamos que el peligro de incendio era alto cuando ella estaba en la casa. Siempre fue sorda también. Más que nada, por opción. ¿Viste que a veces uno tiene esas abuelas que son un poco egoístas y mala onda? Esta es así y simplemente no le interesaba mucho escuchar las opiniones del resto. Con la edad se puso más despistada y más sorda. Recibió la visita del siempre inoportuno tío alemán (Alzheimer) y ahí fue cuando la historia se puso interesante. 
Mientras más avanzaba la locura y la sordera, más incoherente se volvía ella. Paulatinamente, dejó de escuchar y una vez que dejó de escuchar, dejó de hablar. Y una vez que dejó de hablar empezó a caminar sin rumbo por la casa, chocando con las cosas. El problema fue cuando la abuela desapareció. Algunos dicen haber notado detalles; como que cuando caminaba, ya no se le veían los pies. El descontrolado del primo Nemo dice que se había puesto translúcida y que en la cocina se veían las ollas a través de su cabeza. Yo no noté nada de eso porque el asunto de ser despistada aparentemente es genético. 
La abuela hasta ahora no ha aparecido. Creemos que no va a aparecer. El Nemo dice que ascendió a otro estado de la materia y que aunque no esté en este plano físico, no necesariamente está ausente. Yo creo que el Nemo es el que está en otro plano físico. A la pobre abuela nadie la busca con ganas de encontrarla. Es que creemos que no quiere ser encontrada. Mi mamá dice que el estado fantasmal es muy común en la familia. También dice que me prepare porque el asunto de ser despistada no es la única herencia genética que tenemos. En fin. ¿Viste que uno a veces tiene de esas abuelas que siempre fueron unas perdidas y después se ponen fantasmales? Yo tengo una de esas.