El perreo sin consentimiento es un fenómeno muy popular por estos días. Consiste en la invasión del espacio personal por parte de algún ente regetonero que procede a moverse espasmódicamente frente a la cara u otras partes de la anatomía de su víctima, sin respeto alguno por su intimidad.
Lamentablemente, el perreo no-consensual es sólo uno de los síntomas del regetón. También, y como lo hemos observado en los últimos meses, el peligro del perreo y de la ropa en extremo pequeña y/o ajustada puede derivar en catástrofes como el embarazo accidental. Tal es el caso de la joven que protegeremos tras la identidad de Tinelly's Vulva.
Tinelly's Vulva solía tener una afición por los pantalones de corte tremendamente bajo. Su sentido de la moda llegó a extremos tales, que en ocasiones era posible visualizar claramente su zona púbica.
Tristemente para Tinelly's, tanta exposición de la genitalia repercutió en un accidente reproductivo; un día cualquiera, las danzas del regetón terminaron por acercar demasiado las zonas bajas de Tinelly's y las de otro ser del género masculino igualmente exhibicionista. Tanto contacto terminó por embarazar a Tinelly's, quien en unos 6 meses tendrá a un crío que vendrá al mundo a seguir con la brutal tradición de los pequeños pigmeos latinos y sus ritmos erotizantes.
