Tuto

La no-luz en mi habitacion está compuesta de miles de puntos azules. Los puntos se mueven y forman cúmulos que se vuelven negros cuando se calientan y entran en contacto entre sí.

La no-luz me despierta justo cuando dormitar se transforma en dormir, empuja todas las frazadas y covertores hacia atrás y deja mis piernas al descubierto. Entonces éstas comienzan a brillar.

Mis piernas largas son del mismo color que mis brazos que tambien estan compuestos de puntos pequeñitos pero que se subliman cuando entran en contacto con la no-superficie.

En la no-luz se guardan muchas cosas. Las cicatrices desaparecen, los lunares y las manchas, son sólo recuerdos, las costillas se vuelven blandas, y los huesos ya no duelen.

Cuando la temperatura es la correcta, comienzo a desaparecer. Pero eso no ocurre a menudo. Normalmente, cuando mis piernas se doblan y tocan mis brazos comienzo a encogerme, y los objetos en la habitacion se alejan.

Yo me encojo y me encojo y a veces lloro, pero no porque duela, sino porque es dificil acostumbrarse a las formas nuevas. Cuando me he encogido lo suficiente entro en una cajita de algún material transparente que aún no he podido determinar y que, por ser pequeña, atrapa mi respiracion y no la deja salir.

Cuando me acostumbro a la nueva forma, todo mi cuerpo se vuelve blaquísimo y comienza a atrapar los leves rayos de la luna que entran por la ventana. La luna se empieza a dehacer y finalmente, se queda dentro de la caja, conmigo. Entonces yo siento frío y la piel se me eriza y mientras me seco los ojos, me vuelvo a quedar dormida.