Destruya Su Lujuria Presuntuosa Mientras Habla De Sí Mism@ En Tercera Persona Y Sobreanaliza Los Pasos De Los Aparecidos.

"Lo cierto es que la gente sí desaparece. "La gente".

"La gente" es un ellos tan arbitrario y tan fatal que me conmueve. Pero yo sé que desaparecen.

Y es duro cuando uno lo piensa así. Que cuando ya no haya nada, no sólo no habrá nada; ya no habrá gente.Y no es que simplemente "no haya gente".

Es dificil esto, porque yo tambien soy gente, y tu eres gente y nosotros somos gente.

Aunque a veces no lo parece y ni siquiera tenemos permitido el "nosotros", resulta que tenemos las mismas posibilidades de desaparecer.

Y cuando desaparecemos, no es como que no estamos. Es que los detalles empiezan a desaparecer, pero siempre hay una conciencia de la existencia. Y esa conciencia es tan chiquita, que pasa de ser un enorme conjunto de caracteristicas (una nariz, un agujero, un lunar, un tatuaje, una cicatriz, una pantorrilla, un hueso), modos (una risa, una voz, un chiste, una palabra) y almas (una expresión, una luz, un silencio, un gesto, una nada- que, mierda, que es propia) a ser, simplemente, un nombre.

Cuando se es un nombre, se está al borde de la invisibilidad, y no porque ya no seas visible, sino que los ojos que te veían ya no te ven. Y aún peor, ya no te conocen.

Y no es un problema de memoria, o de lejanía. Es un problema de convivencia. A veces puedo notar como algunas gentes comienzan a desaparecer. Pero eso ya no es tan trágico, porque me acostumbré. Y es hasta lógico.

Es dificil cuando se escucha al que quiere desaparecer. Por eso yo a veces pido, calladita, que a los aparecidos los dejen en paz porque los rastros (los nombres) se borran rápido, pero nunca se borran todos. En cada silencio hay un "yo estuve aquí". Y es mucho más duro saber que, en realidad, yo nunca estuve aquí".

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*Ah, y sobre eso que estás pensando.... sí. Lo sé. Pero esa era la idea. Y además no sé muy bien lo que estoy haciendo. Creo que estoy desapareciendo.