jueves, marzo 23, 2006

Nop, Aquí No Vive Don Octavio Lienlaf.

Octavio Lienlaf es un ser benefactor. No lo conozco en persona, pero estoy segura que lo es.
Supe de él hace harto tiempo, y sólo gracias al teléfono.
Las primeras veces no me sorprendió en demasía. La gente siempre comete errores al llamar: numero equivocado, nombre incorrecto, guía telefónica mal impresa, etc.
Cuando comenzó a hacerse más seguido, al menos una vez por semana, me pareció bastante particular.
Yo no sabía nada sobre Octavio Lienlaf, ¿por qué siempre llamaban a mi casa preguntando por él?, ¿por qué era tan solicitado? y ¿porque siempre lo trataban de Usted?.
Supuse que Octavio no tenía muchos amigos o familia, y quien quiera que fuese la persona al otro lado de la línea, tampoco lo conocía muy bien. Así que me propuse adoptar a Octavio.
Cuando me sentía sola, me bastaba escuchar el tortuoso ring ring del teléfono y la eterna pregunta: ¿Se encuentra don Octavio Lienlaf?, para saber que Octavio andaba por ahí. Probablemente, tan solo como yo. Y con su teléfono mal marcado.
Hubo un tiempo en que temí que las llamadas pararan. Luego de un desastrozo caso de psicópata telefónico, tuve que cambiar el número. Sentí que me despedía de Octavio y sus llamadas equivocadas, y que le extrañaría, sólo por ser imposible de ubicar y porque su numero guardaba una torpe similitud con el mío.
Mi nuevo número hizo su debut oficial. Familia, amigos, conocidos, vendedores insoportables, avisos de corte de electricidad... lo mismo de siempre. Ya no podía esperar que algún desconocido me preguntara si acaso vivía aquí don Octavio Lienlaf.
Luego de un tiempo ya no pensaba en eso. Sólo recordaba su nombre, que por cierto tiene cierta sonoridad graciosa, hasta que un día alguien volvío a llamar erradamente. La llamada me desconcertó. ¿Cómo era posible que siguieran buscando a este señor, si mi numero había cambiado? ¿Como es posible que siguese existiendo la confusión de numeros?.
A veces me sigo preguntando eso. Pero la mayor parte del tiempo sólo espero a que algún extraño llame y me pregunte por él, y yo pueda decirle "No, aquí no vive don Octavio Lienlaf" con una risa suave que ahogo en el auricular.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Lienlaf, Tripailaf, Pichulaf, Calaf

Insisto, puede deberse a tu voz de telefonista de linea erótica, tus amantes telefónicos son bastantes, claro, y psicopatas también.

Será aun mejor cuando llamen preguntando por Pablo Hulitraro, tenlo por seguro...

Carlos Siegel dijo...

La verdad es que una vez te escuche en Ecomoda hablar de esta Histeria, por lo que decidí contratar a un grupo de personas que estaban en Dicon y qque necesitan el dinera para que continuaran llamando.Octavio Lienlaf es el hombre de los piluchos atacan a los peluches.Creo
Nunca estoy seguro

A mi una vez me llamaron y me dijeron al oído: Sabrá tu novia que escuchamos Morrissey?

Preparense para la llegada de RUCIO MILITAR

Ramon Rivera dijo...

GUaaaauuuaauuuaauuauuaauuuua.
que bueno te quedo gua, auque quien seria el tipo...quisas era de la cia. aunque prefiero la teoria del sicopata telefonico que te mira con binovulares mientras de bañas (casi escribo binoculares con v).

chaito nicol

tu amigi ramoncito (que Broadback mountain)

Anónimo dijo...

What the Fuck?
Any sex-shiftintg operation lately, dear?
A lo mejor tu hermano se cambio el nombre para que dejara de acosarlo alguna niñita sin amor propio. O el mentado sicopata a regresado, y trajo compañia.Quizas eres tu misma, dejandote mensajitos a lo memento.
Escoja la que kiera.
sea feliz mija

Pozo.... dijo...

Don Octavio Lienlaf, debe ser un viejito, me lo imagino como de 80 años, con una bufanda y un abrigo negro, pelado, sin lentes, bien arrugado; en un fondo lúgubre... y solo, bien solo...

Genial relato, como siempre!!

Ramon Rivera dijo...

halo Nicol, oye cambien el titulo a mi blog, echale un ojo (no literalmente por favor) y eso mmmmm
no voy a concluir con un comentario broadback mountain. jaja querian.

chao paisana (que pulentoso me salio)

Anónimo dijo...

¿No lo has buscando en la guía te telefónica?
¿No has llamado para saber qué hace?
¿Será un respetado señor mapuche huilliche o sólo el alias de un narco camuflado?
¿Será alguien al que tienes que conocer?

Nicole Grandjean dijo...

Hola anónimo...
Me pregunto cómo llegaste acá.

PD: En la guía telefónica de Valdivia hay 5 Lienlaf. Todas mujeres. Llamo o no llamo? Que dices tú?.

Anónimo dijo...

Estoy hastiado que me usen para historitas
como estas. Lamento que usted tenga pobre
vida social y utilice mi nombre en sus relatos
para inventar que alguna persona la "llama"
Aunque sea número equivocado.

Evíteme en lo próximo.

Nicole Grandjean dijo...

Jajaja
Ahhhh, señor Octavio. Ya es un clásico.

PD: Oiga, el viernes lo llamaron de Corona, tiene un pago pendiente en esa tienda y yo, otra vez, tuve que decir que usted no vive en mi casa...
No se preocupe de mi pobre vida social o del uso que le doy a su nombre... vaya a pagar su deuda mejor.

Anónimo dijo...

Esa cuenta ya la pagué, no deje le que tomen el
pelo mijita.
Búsquese un chiquillo simpaticón que la saque a dar una vuelta a la plaza.

Anónimo dijo...

Uno de estos días apareceré por su ventana y me conocerá
Dejará de hablar y de soñar conmigo
Podrá pasearse de la mano con su Octavio por la humeda costanera
Correr y nadar entre nenúfares
Silvar y alimentar palomos vírgenes

Anónimo dijo...

mmm... parece que alguien ha estado tratando de
suplantarme. Pero yo soy el único y real octavio,
sin link, sin lugar estable, sin teléfono propio y con las cuentas a medio pagar.

Nicole Grandjean dijo...

Un poeta de lo cotidiano.

Ya. No más. Octavio está teniendo demasiado protagonismo. Eso me atemoriza.